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Historia del Cane Corso

El Cane Corso desciende directamente del Canis pugnax, un perro moloso existente en la Antigua Roma.

Fuertes, resistentes y disuasorios, estos perros se utilizaron en las guerras. Los romanos, por ejemplo, los incluían en primera línea de batalla junto a los legionarios romanos.

Los primeros registros de la raza datan del siglo XVI, época en la que los italianos emplearon al Corso para cazar jabalíes y para guardar granjas y corrales.

El Cane Corso fue utilizado como perro boyero en el pasado, pero también fue utilizado como en la caza mayor e, incluso, como escolta en los viajes largos de muchos comerciantes debido a su fuerte carácter y su imponente apariencia.

Por toda la región meridional de Italia el Cane Corso fue muy difundido, sobre todo por Calabria, Puglia, Lucania y Sannia (Regiones del país).

Su decidido y feroz aspecto además de su estructura fuerte demuestra estar en orden con su nombre, ya que “Corso” quiere decir potente, fuerte, moloso, robusto e imponente y sin duda alguna estas son sus principales características.

Otros expertos le otorgan el origen de su nombre a la palabra en latín “Cohors” que significa guardián o al griego “Kórtos” que va referido a la característica de vigilar personas y animales.

Hace unos pocos años se descubrió la más antigua documentación donde se cita al Cane Corso y donde el origen de su nombre consistía en diferentes poemas escritos en versos y en prosa. En 1998 aproximadamente se publicó unos estudios realizados a la raza que resaltó el uso militar dado al cane corso. Lo que refleja que este Corso Italiano se ha mantenido con sus características propias y únicas a pesar de los años.

Este hermoso perro italiano, también conocido como Mastín Italiano, se ha mantenido por naturaleza en contacto con el hombre de manera cercana, también lo ha sido con su entorno siendo partícipe de roles que el hombre le ha pedido que realice. Y, con esto, nos referimos a los difíciles tiempos cuando dependiendo de la manera de hacer el trabajo dependía el éxito y la supervivencia, ya que las razones de alimentar y cuidar a un perro en esa época eran netamente económicas.

Es decir, que si una persona adquiría la responsabilidad de tener a un Cane Corso, también tenía que corresponder a algún servicio o bien adicional. Realmente el pasado de esta raza no es extenso, sin embargo es muy actual haciendo parecer que el tiempo se hubiera detenido.

Un dato resaltante es que en las zonas fuera de Italia se conoce muy poco sobre el grande perro Cane Corso, de hecho, en su país de origen se mantuvo durante años a esta raza ignorada y olvidada. Es entonces el profesor Giovanni Bonatti hizo referencia a este perro para que un grupo de aficionados trataran de recuperar a la raza y además, darla a conocer dentro y fuera de su país de origen.

En la Actualidad el Cane Corso ha ido cambiando su funcionalidad, a día de hoy es el gran guardián de la familia.